Una movida que genera sospechas

portada_2.jpg_525981578Pocos meses después de perder categóricamente el juicio de «reintegro de hijo» JD despidió a sus abogados por incompetentes. Es sabido que los psicópatas nunca tienen la culpa de nada, la culpa de lo que les pasa siempre la tienen otros.

A renglón seguido no tuvo mejor idea que contratar a una abogada que se vende como la mejor especialista del país en la materia gastando en sus suculentos honorarios el dinero que debería aportar para el bienestar de sus hijos.

El objeto aparente es aceptar la radicación definitiva de los chicos en Argentina pero con la condición de tener un régimen de comunicación estable que le permita llevárselos a Francia «de vacaciones» dos veces por año, obviamente para no devolverlos nunca más ya que tiene en Francia una sentencia que lo favorece.

Pero detrás de esa aparente resignación a aceptar el fallo de la justicia argentina sospechosamente contrata a una profesional que intervino como apoderada de un padre en un caso que tuvo amplia repercusión periodística.

Luego de llegar a un acuerdo judicial en la Argentina sobre la tenencia de dos niños de corta edad con el asesoramiento de esa abogada, al llegar la madre con ellos a Brasil donde acordaron la residencia, el señor D., cliente de esta letrada, defraudó a la justicia argentina, se rió del defensor de menores, violó todos los términos del acuerdo y desapareció de ese país con rumbo desconocido llevándose a los infantes.

Tras casi un año de desesperada búsqueda la familia logró que Interpol lo localizara y detuviera … ¡En Hong Kong!

Hasta ahí debió viajar la madre con ayuda de sus familiares, que hasta tuvieron que vender una casa para afrontar los gastos, e iniciarle un juicio para que los chicos sean retornados al Brasil.

Es de imaginar lo que sufrió esa madre viviendo y litigando meses en un país con leyes, costumbres e idioma totalmente desconocidos, pagando traductores, abogados locales y cuantiosos gastos del juicio sin saber cual sería el resultado del litigio.

Pero la cuestión era tan grosera que finalmente la jueza de Hong Kong ordenó la inmediata repatriación de los menores que volvieron con ella al Brasil donde trata hasta hoy infructuosamente de radicarse con ellos a la Argentina donde tiene su familia.
Ciertos audios que de casualidad cayeron en poder de la progenitora con diálogos entre la abogada y su cliente ella está segura que la maniobra del Sr. D. fue pergeñada por la profesional y ejecutada con su colaboración.

Así que JD contrató precisamente a esa «especialista» que por cierto tiene contactos en varios países, lo que por supuesto despertó en mi la sospecha fundada de que tras la pantalla del «régimen de comunicación» se esconde el verdadero objetivo que es violar la sentencia judicial argentina y con el «debido asesoramiento» llevarse clandestinamente a mis hijos a Francia donde lo protege la justicia de ese país.

Por esta circunstancia mi padre – mi abogado – que también tiene contactos, se ve obligado a monitorear sus movimientos todo el tiempo que está con los chicos cada vez que viene de visita a la Argentina para prevenir cualquier intento de JD de repetir la repudiable maniobra del cliente de su nueva abogada.